En la siempre búsqueda de pequeños y rústicos pueblos castellanos ...lo encontré!!!.Estuve realmente ansiosa por conocerlo...más aún,cuando quedó como último destino de mi pretencioso recorrido por Europa.
Las amigas,me alentaban a conocerlo y ahora son ellas,las que cansadas, me escuchan nombrarlo...no puedo dejar de hacerlo...CHINCHÖN,me encandiló...reunía todo lo que deseaba vivir,fuera de las grandes ciudades.
Tomando un simple autobús y alejándome 50 kilómetros de Madrid,iban apareciendo ante mí,nuevos paisajes...caminos sinuosos,colinas majestuosas,solitarias y multicolores...grises,verdes dorados...
No imaginé el punto de llegada...un parador silencioso y desierto,pero...había que encontrar el corazón del pueblo,dónde siempre está lo sorprendente. Caminando entre calles angostas,empinadas y rocosas,ausentes de diagrama...apareció la escena...pintoresa,atractiva y personal,que buscaba.
Bastó pararse en su Plaza Mayor...observar detenidamente cómo se compone ese gran círculo de piso arenoso,para conocer el espíritu de sus pocos habitantes.
Casas sencillas,de tres plantas,con galerías adinteladas y balcones de madera,reflejo de un estilo medieval clásico del Sigo XV.Plaza que invita mentalmente a los más variados festejos y actividades,que allí vive el pueblo...corridas de toros...fiestas populares...actos religiosos y políticos...juegos ...cine...teatro...siempre al aire libre.
Todo el entorno merece una observación minuciosa,detallada y mezclada con su historia...
En CHINCHÖN,aún existen cuevas prehistóricas,vestigios de cultura Romana,Arabe y Española.Fue Villa de la Provincia de Madrid,desde 1833 hasta 1916,año que se convierte en ciudad.
Desde sus orígenes,CHINCHON,huele a ajo,vino y aguardiente de anís...y a sabor de exquisitos
"cochinillos lechales".Sus colinas,con una altitud de 753 metros,le han dado el nombre...del latín"herradura"o del romano "circo"...por la forma que contienen a la ciudad.
Campiñas ideales para los cultivos milenarios,con los que han sido "embajadores· en todo España y el resto del mundo.
Observando las vidrieras,encontramos lo elaborado y la sorprendente originalidad artesanal de panes y dulces...también muy afamados.
El día tanscurre apacible y cálido...así es su gente...todo lo enmarca para gozarlo...Goya y Lope de Vega pasaban sus veranos y Orson Wells,enamorado del lugar,regresaba incansablemente.
Me embarga el mismo sentimiento...e idéntico placer...quiero festejarlo antes de partir!...un almuerzo..."cochinillo lechal"!...en Plaza Mayor...bajo el sol madrileño que acompañó mi camino por este pueblito pintoresco y atractivo...Volverè algún día a recorrerlo!!!.
Las amigas,me alentaban a conocerlo y ahora son ellas,las que cansadas, me escuchan nombrarlo...no puedo dejar de hacerlo...CHINCHÖN,me encandiló...reunía todo lo que deseaba vivir,fuera de las grandes ciudades.
Tomando un simple autobús y alejándome 50 kilómetros de Madrid,iban apareciendo ante mí,nuevos paisajes...caminos sinuosos,colinas majestuosas,solitarias y multicolores...grises,verdes dorados...
No imaginé el punto de llegada...un parador silencioso y desierto,pero...había que encontrar el corazón del pueblo,dónde siempre está lo sorprendente. Caminando entre calles angostas,empinadas y rocosas,ausentes de diagrama...apareció la escena...pintoresa,atractiva y personal,que buscaba.
Bastó pararse en su Plaza Mayor...observar detenidamente cómo se compone ese gran círculo de piso arenoso,para conocer el espíritu de sus pocos habitantes.
Casas sencillas,de tres plantas,con galerías adinteladas y balcones de madera,reflejo de un estilo medieval clásico del Sigo XV.Plaza que invita mentalmente a los más variados festejos y actividades,que allí vive el pueblo...corridas de toros...fiestas populares...actos religiosos y políticos...juegos ...cine...teatro...siempre al aire libre.
Todo el entorno merece una observación minuciosa,detallada y mezclada con su historia...
En CHINCHÖN,aún existen cuevas prehistóricas,vestigios de cultura Romana,Arabe y Española.Fue Villa de la Provincia de Madrid,desde 1833 hasta 1916,año que se convierte en ciudad.
Desde sus orígenes,CHINCHON,huele a ajo,vino y aguardiente de anís...y a sabor de exquisitos
"cochinillos lechales".Sus colinas,con una altitud de 753 metros,le han dado el nombre...del latín"herradura"o del romano "circo"...por la forma que contienen a la ciudad.
Campiñas ideales para los cultivos milenarios,con los que han sido "embajadores· en todo España y el resto del mundo.
Observando las vidrieras,encontramos lo elaborado y la sorprendente originalidad artesanal de panes y dulces...también muy afamados.
El día tanscurre apacible y cálido...así es su gente...todo lo enmarca para gozarlo...Goya y Lope de Vega pasaban sus veranos y Orson Wells,enamorado del lugar,regresaba incansablemente.
Me embarga el mismo sentimiento...e idéntico placer...quiero festejarlo antes de partir!...un almuerzo..."cochinillo lechal"!...en Plaza Mayor...bajo el sol madrileño que acompañó mi camino por este pueblito pintoresco y atractivo...Volverè algún día a recorrerlo!!!.
estimada Liliana
ResponderBorrares un placer leer sus trabajos.Parece que nos esta llevando de la mano por el `paisaje.
Muchas gracias!
Berta Paisth.Mendoza.
Gracias Berta,por tú comentario...en realidad,los "llevo de la mano",porque a mí,me llevan los sentimientos,los que voy atesorando en cada descubrimiento...lo que me sorprende y moviliza de verdad!!!.Eso trato de volcar en las narraciones...me gratifica el logro.
ResponderBorrarCariños.
Liliana Clarisa.