Veranos de años jóvenes coloridos ,perfumados e inolvidables , siempre guardados en los rincones más profundos del corazón fueron los vividos hace muchos años en la provincia de Córdoba, Argentina.
Nunca imaginé que transcurridos esos lejanos momentos, la invitación de una gran amiga, me haría retomar el camino hacia ese territorio, pero esta vez a un lugar que sólo conocía de paso. "Nono" o "Nuño", vocablo quechua cuyo significado "Senos de mujer", nació por dos hermosos cerros,que altivos y elegantes, se levantan a la vera de un río cuidando la pureza del agua.
Esta pequeña localidad es la más antigua de Traslasierra, al oeste de la provincia y a 150 km.de la ciudad cordobesa.
Largo fue el viaje desde que dejamos el aeropuerto donde esperaba el automóvil que atravesando áridos paisajes, no por eso llamativos,estacionó en el hotel elegido.
El ingreso al "Gran Hotel Nono" prometía una agradable estadía. En medio de importante arboleda mostraba las múltiples instalaciones que disfrutaríamos cada día.
La finca mencionada data del 1905, construída en esa zona cordobesa, turística y agreste, la menos explotada del país dónde el sol brilla la mayor parte del año sobre extensas playas de arena
, fué levantada en tierras que desde 1578 ocupó la población indígena quechua, actualmente el casco de la estancia.En el año 1948, su propietaria, Maria Rosa Oubiña, heredándola de sus padres la convierte en el complejo habitacional adónde habíamos llegado. Ella conservó la estructura colonial, embelleciéndola en su totalidad convirtiéndola en el famoso hotel hoy muy concurrido.
El entorno colorido y cálido que rodea al hotel es punto de partida para realizar hermosas travesías culturales como el" Museo Rocsen", un paseo a través del tiempo.Museo polifacético,inaugurado el 1969 por Santiago Bouchon, su fundador, quien fue seleccionando rarezas de diversas y alejadas partes del mundo.Actualmente, su colección continuada por sucesores cuenta con 55.000 piezas temáticas de gran interés convirtiéndolo en el mas famoso del lugar
.
Igualmente, cercano la "Villa Cura Brochero"en medio de paisajes serranos, testigo de la obra cristiana del cura gaucho, San José Gabriel quien allí vivió y descansa luego de llevar su misión evangelizadora por todo el valle.
Entre tantos bellos paseos, cuando el día se va apagando por la caída del sol tras las sierras para dar paso a otro , confluye la visita diaria al centro de Nono .La Feria Artesanal, en la plaza principal,
emblema que sus habitantes con orgulloso instalan día tras día. Espacios con olores , colores y sabores que amorosamente producen y exponen con variados materiales,cueros, tejidos,cerámicas, madera, indumentaria, dulces y todo lo que la imaginación despierta para que el turismo regresando de su descanso conserve un recuerdo del paso por allí
.En esta rutina , agradable distendida y pacífica, pasamos nuestro último día en Nono, lugar que nos llenó de paz el alma a través de todos los sentidos.Agradable recuerdo de haberlo elegido entre los tantos escenarios que tiene nuestro país.
Liliana Clarisa Gavrieluk.
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