Buenos Aires en el siglo XVII,era una ciudad cruel,en la que centenares de niños eran abandonados en las puertas de las Iglesias o en las calles.Frutos "no deseados" de amores prohibidos o productos de violaciones de amos a sus esclavas.
Así,en absoluta desprotección y abandono,quedaban los recién nacidos,literalmente "expósitos"...del latín ex-positus (puesto afuera).Las criaturas morían de frío...de hambre...devorados por perros o cerdos salvajes...atropellados en las noches por carruajes o ahogados en los charcos de las calles.
El 17 de junio del año 1779,el Virrey Vértiz,hizo lugar a la petición del Síndico Procurador General Marcos José de Riglos,para fundar,en lo que hoy es la esquina de Perú y Alsina,una casa destinada a la niñez abandonada.Así nació,el 7 de agosto del mismo año,bajo la Dirección de Martín de Sarratea,la "Casa de Niños Expósitos",similar a la que se encontraba en Madrid.
El edificio tenía en su frente,un armazón de madera giratorio donde eran depositados los bebés.Las personas que los abandonaban con total garantía de clandestinidad,debían accionar una pequeña campana,cuyo sonido anunciaba la llegada de otro integrante.
El Virrey sostenía fervientemente,ante las autoridades de la época,que la aparición de esta casa,evitaría la muerte de inocentes y que estos hijos ilegítimos,podrían educarse,para llegar a ser hombres útiles a la sociedad del mañana.
Al transcurrir los años,este feliz proyecto,dió paso a la "Casa Cuna" y al actual "Hospital General de Niños,Dr.Pedro Elizalde"...El más antiguo del Continente Americano.
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