Mamá querida:
al despertar,mi primer pensamiento como todos los días,será para tí.
Es el segundo día tuyo que estamos juntos...pero claro,el año pasado,sentía tú amor,el calor de tú sangre,tus caricias,tus cuidados...pero no te podía ver,ni vos a mí.Pero aunque presentía cómo eras y sabía que me querías,no podías acariciarme ni yo sonreirte,ni ver tus ojos brillar de alegría ante mis monerías,mi gateo o mi primer pasito de tú mano.
Por eso,cuando nací y ví tú rostro iluminado por la alegría de saber que éramos dos,que estábamos juntos,me dí cuenta que el mundo era hermoso,que los sufrimientos y molestias que habías pasado por mí,estaban olvidados...me dí cuenta también que el amor todo lo puede,que es lo más importante de la vida.
Pero no sólo con ésto siento tú cariño,también en tú tristeza cuando tengo alguna "nana",o no como,o no duermo.
Por eso quisiera demostrarte cuánto te quiero,por eso me río tanto contigo...me gusta abrazarte y pegar mi carita a la tuya...y que me arrrulles para dormir.Es tan lindo saberte cerca de mí,saber que tanto me quieres!.Todos los días cuando nos separamos,ambos nos ponemos tristes,pero como sabemos que pronto volveremos a reunirnos...la alegría renace.
Mamá querida,gracias por ser como eres,gracias por quererme tanto,gracias por todo lo que me das...gracias...gracias mamá.
Martín Andrés.
Esta carta la recibí de mi esposo,hace ya 41 años...simbólicamente escrita en nombre de nuestro primer hijo.
Liliana Clarisa Gavrieluk.
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