lunes, 9 de marzo de 2015

·Entre los Apeninos y los Alpes".

                                El tren llegaba a una estación multitudinaria, antigua, inmensa y desconocida para mí al punto de intimidarme. Ubicada en pleno centro de una ciudad al norte de Italia,considerada,  por cantidad de tránsito y combinaciones hacia el resto de Italia,  como la segunda más importante de la Región de Lombardía MILAN, Capital de la Provincia.
Fundada  por los Celtas,alrededor del año 600 A.C.Más tarde conquistada por los romanos, fué llamada por ellos "Mediolanum", "Tierra del medio", ya que se encuentra entre los Apeninos y los Alpes.
Puntualmente mi deseo era conocer sólo algunos sitios recomendados y sin perder el preciado tiempo de turista,hacia allí me encaminé.
Así fuí descubriendo en detalle,cómo el panorama cambiaba en pocas cuadras caminadas..El corazón de la ciudad,con aspecto y características de metrópolis moderna, con rascacielos, edificios de cristal y metales
se transformaba hasta aparecer lo antiguo. Calles más bien angostas,a cambio de avenidas con plazas ajardinadas y  edificios grisados, De pronto un extraño y fuerte sonido, totalmente atípico,  nada familiar, me sobresaltó. Viejos y ruidosos tranvías que funcionan  por toda la ciudad, siendo el mayor medio de transporte utilizado por los residentes.
Milán,cuenta con 18 líneas , que se entrecruzan temiblemente, sobre todo en las curvas sino fuera porque se deslizan sobre vías muy sonoras. Es uno de los servicios de transporte más populares,económicos y preferidos,que desde el año 1893,son eléctricos e intensamente coloridos
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Así sorprendida,llegué hasta el sitio buscado, el mundialmente famoso,  "Teatro della Scala",dónde seguramente,su interior aún conserva el espíritu de Toscanini y de otros afamados directores,que allí ejecutaron sus mejores obras.
El teatro, de arquitectura neoclásica,fué inaugurado el 3 de agosto de 1778,construído sobre el predio de una vieja Iglesia, "Santa María della Scala·, de ahí su nombre. Ubicada  frente a la "Piazza della Scala" y coronado  por  el  reconocido Monumento a Leonardo da Vinci
Como un ramillete de perfección e imponencia., sobre esa misma plaza, aparece una de las entradas a la "Galería Vittorio Emanuele II", primer rey de la Italia unificada.
Esa galería,de la cuál tanto me habían hablado,no cabía en la imaginación. Diseñada en 1861 y construída entre 1865 y 1877,no podía ser más lujosa y perfecta. En el interior, dos arcadas perpendiculares con bóvedas de vidrio y hierro, se cruzan  en un punto medio, formando un octógono que irradia gran luminosidad. Las dos arcadas extremas,comunican
la "Piazza della Scala" con la "Piazza del Duomo".  Atravesarla,fué ingresar al lujo de la moda que caracteriza a Milán. Alta costura, joyas.de gran valor, libros, pinturas, restaurantes  y confiterías decoradas con refinado y costoso gusto.
Terminado el recorrido,dentro de la galería, me esperaba lo que mis sentidos no olvidarán  jamás. En medio de una inmensa y concurrida  plaza,la "Catedral de Milán"o familiarmente llamado "El Duomo de Milán".
Impresionante magnitud, de arquitectura gótica, puede albergar 40.000 fieles, la más grande del mundo. .Desde 1836 que comenzó el proyecto y durante siglos para terminarlo, pasaron por ella arquitectos franceses con sus aportes, Leonardo da Vinci , con dibujos que aún se conservan y un sin fin de artistas completaron  detalles de ornamentación.Fue inaugurada el 6 de enero de 1965.
Emplazada en el Centro de la ciudad, hoy es el mayor exponente de ella, moviliza el observarla detenidamente. por su delicada belleza.y sus apastelados colores.
Quedé tan seducida, que debí quedarme frente a ella , disfrutándola  pausadamente,durante el tiempo que mis sentidos lo necesitaban. La "Piazza del Duomo",era el lugar indicado

para sentarme sin prisa en uno de los tantos espacios asombrillados., bebiendo un riquísimo café italiano.


Liliana Clarisa Gavrieluk.

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